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Los asesinos más crueles
asesinos

Ellos son los más temidos de la historia, los hombres que sembraron el pánico con sus atrocidades y que han dado pie a no pocas historias e incluso películas. Los asesinos en serie más impactantes de la historia, y muchos de ellos podrían ser el perfecto vecino…

Todos ellos han pasado a formar parte de los episodios más negros de la historia junto a Jack el Destripador o Charles Manson. Muchos de ellos padecían graves problemas psicológicos, y traumas infantiles que les marcaron de por vida. Todos ellos un verdadero peligro para la sociedad y que nunca pagarán del todo las atrocidades que cometieron.

Uno de los nombres que no pueden faltar en esta lista es el de Ed Gein, aparentemente un hombre inofensivo pero su personalidad ocultaba un terrible psicópata que convirtió su granja en un matadero humano. Sus espeluznantes crímenes proporcionaron a Hitchcock las bases para su clásica película de terror Psicosis. Gein secuestró y asesinó a Mary Hogan, propietaria de una tienda, y posteriormente a Bernice Worden, dueña de una ferretería. Pero lo curioso de este asesino no eran su número de muertos, si no la forma. Cuando la policía arrestó a Gein descubrieron en su casa los cuerpos de las víctimas además de cráneos, sillas y ropa hechas con piel humana así como una gran cantidad de restos humanos de diversas personas desaparecidas. Uno de los hallazgos más macabros fue la “colección” de máscaras de piel humana y pelo que colgaban en la pared del cuarto del asesino. Gein declaró que tan sólo recordaba, muy confusamente, haber matado a Bernice Worden, y que los demás restos humanos que se habían hallado en la granja pertenecían a nueve cadáveres que había sacado del cementerio.
Los médicos decidieron que el asesino no estaba capacitado para ir a un juicio y fue internado hasta los años 68. Gein murió por insuficiencia respiratoria el 26 de julio de 1984, tras décadas de reclusión en una unidad psiquiátrica, donde resultó ser un paciente modelo. En la actualidad, sus restos descansan en el cementerio de Plainfield, al lado de los de su madre.

Otro miembro de honor de esta macabra lista es Andrei Chikatilo, obsesionado por los menores y por tratar de alcanzar el climax sexual inflingiéndoles dolor. Este ucraniano siempre estubo marcado por su timidez, hasta el punto de hacer fracasar su primer intento sexual, por eyacular en pocos segundos mientras abrazaba una chica, de ahí surgieron los primeros rumores de su impotencia. Andrei se dedicó a los estudios, obteniendo tres títulos: en lengua y literatura rusa, en ingeniería y en marxismo-leninismo, y con posterioridad se hizo maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años, y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior. Ahí fue donde encontró a su primera víctima a la que llevó a un bosque y la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, la apuñaló hasta llegar al orgasmo. También se dio cuenta de que su placer no consistía en acariciar los genitales ajenos, sino en maltratarlos. A partir de ahí el número de víctimas fue en aumento, en las que su modus operandi siempre era el mismo, sus víctimas siempre se encontraban en los bosques, con indicios de violencia y sadomasoquismo, y en ocasiones les faltaban miembros a las víctimas, eran niños, niñas y chicas jóvenes. Entre ellos había muchos escapados de casa y retrasados mentales, más fácil de convencer.
Chikatilo fue detenido finalmente, el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Finalmente reconoció 53 asesinatos. Alegó enfermedad mental, pero los médicos la declararon "legalmente cuerdo". Fue sentenciado a la pena capital y ejecutado en Moscú el 16 de febrero de 1994.

Un caso aparte merece el enfermero de 46 años Charles Cullen que estaba entre esos profesionales de un hospital que se dedican a cuidar de los pacientes. En su juicio admitió ser el responsable de matar a unas 40 personas. Finalmente Cullen fue sentenciado a 11 cadenas perpetuas consecutivas durante la tensa audiencia por 22 asesinatos e intento de homicidio de otras tres personas sólo en Nueva Jersey.

El siguiente en la lista es Ted Bundy, un chico retraído, tímido, que fue creciendo entre una tendencia al aislamiento y un terrible fervor por mutilar animales. Era un hombre atractivo y se aprovechaba de ello para sorprender a sus víctimas, todas ellas mujeres muy atractivas, perseguía chicas, las atacaba preferiblemente en sus propias casas y en ocasiones las secuestraba, para después de asesinarlas sodomizarlas. Como la mayoría de estos asesinos, cambió además de ciudad y recorrió Utah, Colorado y Florida asesinando y secuestrando mujeres. Tras su detención se le atribuyeron más de 20 asesinatos y se le condenó a la silla eléctrica, sentencia que se cumplió el 24 de enero de 1989.

Otro de los asesinos más importantes de la historia es David Berkowitz, también llamado el Hijo de Sam. Ya de pequeño era un niño tímido y con baja autoestima. Su madre adoptiva murió en 1967 cuando el tenía 14 años, fue lo peor que le pudo pasar. Al no tener suerte con las mujeres, fue alimentando su odio contra ellas. Para solucionar sus problemas se compró un revólver y a los veintitrés años comienzó una serie de crímenes. El joven Berkowitz asesinaba sin razones, disparaba su revólver calibre 44 indistintamente a cualquier persona que se cruzaba en su camino, sin importarle raza, sexo o edad. Tras varios asesinatos, David dejó una carta al lado del cuerpo de una nueva víctima en la que se autonombraba "El Hijo de Sam". En su último crimen un testigo consigue reconocerlo y el 10 de agosto de 1977 es detenido. Confiesa todos sus crímenes, pero alegar locura afirmando escuchar la voz de un demonio de 6,000 años reencarnado en "Sam", el perro de su vecino, el cual le daba órdenes de matar. Los psiquiatras lo diagnostican como esquizofrénico y condenado a cadena perpetua. Una vez en la cárcel, reconoce haber formado parte de un culto satánico relacionado con Charles Manson, y asegura que sus crímenes no los cometió solo, sino que habían sido varios los tiradores con un calibre 44. Una vez en la prisión fué asaltado por otros reclusos y degollado, pero sobrevivió con una cicatriz de 56 puntos en el cuello.

La prueba de que no hay edad para ser un asesino está personificada en Albert Fish, El abuelo asesino. Nadie podía haberse imaginado que ese abuelito entrañable de más de 65 años, de rostro demacrado, cuerpo encogido y fatigado, cabello y bigote gris, podía esconder una personalidad como la que revela su informe psiquiátrico: sadismo, masoquismo, castración y autocastración, exhibicionismo, voyeurismo, pedofilia, homosexualidad, coprofagia, fetichismo, canibalismo e hiperhedonismo. Es mientras practicaba la prostitución cuando comete si primer asesinato, donde viola a un niño y asesina a su primera víctima. En esa época comienza a sufrir alucinaciones de tipo religioso y vive obsesionado con la idea del pecado, creyendo que la única forma posible de expiación es a través del sacrificio personal y el dolor, infliéndose él mismo castigos y automutilándose, frotando por su cuerpo desnudo rosas con espinas, hundiéndose agujas de marinero en la pelvis y en los órganos genitales. Fish fue capturado por la policía el 13 Diciembre de 1935, a través de una carta que el asesino envió a la madre de la víctima que había secuestrado, en dónde le cuenta sus aficiones por el canibalismo y cómo se decidió a probar carne humana por primera vez con el cuerpo de su hija.
Querida señora Budd:
Hace algunos años, mi amigo el capitán John Davis, zarpo de California hacia Hong-kong, que por aquel entonces padecía los problemas del hambre, las calles se habían vuelto muy peligrosas para los niños entre 9 y 12 años porque tenían la costumbre de matarlos y cortarlos en pedazos y vender su carne como alimento.
Antes de zarpar mi amigo, rapto a 2 niños los mato corto en pedazos guiso su carne, y se la comió.
Esa es la razón de que hace algunos años yo acudiera a su casa el 3 de junio de 1928 con el pretexto de acompañar a su hija a la fiesta que daba mi hermana me la lleve a una casa abandonada, que había en Westcher County donde la estrangulé la corte en pedazos y comí parte de su carne tranquila no me la tire murió siendo virgen.
Albert Fish, fue detenido el 13 de diciembre y en su declaración afirmo que tras matar a la niña le corto la cabeza, con un trinchante y partió su cuerpo en dos con una sierra a la altura del ombligo. El propio Fish lo reconocería: "No soy un demente, sólo soy un excéntrico. A veces ni yo mismo me comprendo"
.
Una vez detenido, se confiesa además autor de otros muchos crímenes y demás aberraciones que había estado llevando a cabo durante toda su vida: su deseo irresistible de comer carne cruda las noches de luna llena, que le valdría el apodo de "el Maníaco de la Luna", así como una gran serie de crímenes atroces. Fish admitió haber abusado de al menos 100 niños y haber asesinado otros 15. Finalmente fue condenado a la silla eléctrica. Fue ejecutado el 16 de Enero de 1936 en lo que fue la experiencia "más agradable y afrodisíaca que jamás experimentó" Albert Fish pues acudió a su ejecución entusiasmado en busca de nuevas experiencias.

Jeffrey Lionel Dahmer, más conocido como "El Carnicero de Milwaukee", fue un asesino en serie responsable por la muerte de 17 hombres entre 1978 y 1991. Es conocido no sólo por la cantidad de personas que asesinó, sino también por practicar la necrofilia y el canibalismo. Le gustaba desmembrar el cuerpo de sus víctimas y conservaba sobre todo los torsos y las cabezas.
El 22 de julio de 1991 fue arrestado en su casa por dos policías. Fue enjuiciado el 22 de febrero de 1992, el jurado no aceptó la supuesta demencia de Dahmer y lo condenó a 957 años en prisión. Los psiquiatras que lo atendieron le dijeron que estaba enfermo, por lo que se declaró culpable con atenuante de enajenación mental, para ser condenado a una cárcel especial para enfermos mentales, pero el atenuante fue finalmente rechazado. En principio se había declarado inocente, pero cambió su declaración por la gran cantidad de pruebas encontradas en su contra.
Fue enviado al Columbia Correctional Institute en Portage, donde no tenía contacto con los presos comunes. Pero pidió a las autoridades tener más contacto con los otros presos. El 28 de noviembre de 1994 realizaba tareas de limpieza con Christopher Scarver, un esquizofrénico de raza negra, y Jesse Anderson. Los guardias encontraron a Dahmer muerto y a Anderson mortalmente herido.

Uno de los criminales más jóvenes fue Cayentano Santos Godino, conocido como el "Petiso Orejudo", fue con 16 años el primer criminal en serie en la historia policial argentina. Era un hombre que no sabía controlar sus instintos, ya de pequeño maltrataba animales, y su padre terminó por entregarlo a la policía para encerrarlo en un reformatorio. El Petiso cometía sus crímenes aprovechándose de su aspecto de idiota, ganándose la confianza de las víctimas, y por lo general, el Petiso atraía a chicos menores que el, ofreciéndose a jugar, o con golosinas, y entonces era cuando los llevaba a casas abandonadas para cometer sus crímenes.
Una de sus primeras víctimas fue un chico de 17 meses. Lo golpeó y lo arrojó contra un cerco de espinas. Esto lo vió un agente de policía, pero el Petiso dijo que había encontrado al niño, e insistió en llevarlo hasta su madre. En otra ocasión engañó a un niño de 2 años, y lo intentó ahogar en una pila para caballos. Los ruidos llamaron la atención del propietario, y cuando le preguntaron por lo que estaba ocurriendo, el Petiso, mientras acariciaba al niño, dijo que se acababa de ir una mujer vestida de negro y baja, y que por suerte había llegado a tiempo para salvarlo. Su siguiente intento también fracasó, intentó quemarle los ojos a un chico de 22 años, pero sus gritos atrajeron a su madre. Su primer asesinato fue en 1912, le prendió fuego a las faldas de una niña de 3 años, que falleció tras 16 días en agonía. Meses mas tarde, llevo al pequeño Arturo Laurora a una casa abandonada. Le tapó la boca conun pañuelo, y tras atarle una cuerda, lo llevó arrastras a una habitación. Allí lo desnudó, lo golpeó y finalmente lo estranguló. Su última víctima fue un vecino suyo, de 3 años. Tras comprarle caramelos de chocolate, se lo llevó y lo ató de pies y manos y lo ahorcó, pero no llegó a morir. Al marcharse, se encontró con el padre del pobre niño, buscándolo con desesperación, y el Petiso le aconsejo ir a poner una denuncia; seguidamente regresó al lugar donde el pobre niño ya agonizaba, y le clavó un clavo en la sien. Por la tarde, acudió a la casa del niño, donde los padres estaban velando al cadáver encontrado. Se acercó a contemplarlo, y antes de irse le movió la cabeza para “ver si aún llevaba el clavo".
En noviembre de 1915, fue condenado a cadena perpetua, y en 1923 se le trasladó al penal de Ushuaia.
Allí acumuló 13 sanciones, y terminó asesinado por su compañeros en enero de 1944.

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