Sin embargo las últimas técnicas en ocultación de mensajes en la red están basadas en la esteganografía. La Wikipedia lo define como "el arte y ciencia de escribir mensajes secretos de tal forma que nadie fuera del que recibe dicho mensaje sabe de su existencia; en contraste con la criptografía, en donde la existencia del mensaje es clara pero el mensaje está obscurecido. Por lo general un mensaje de este tipo parece ser otra cosa como una lista de compras, un artículo, una foto, etc." Sin embargo esta técnica no es nueva, en la Antigua Grecia se utilizaban las cabezas de los esclavos para tatuar mensajes, camuflarlos con el pelo y enviarlos a su destinatario. Una de las técnicas más usadas durante el Siglo XX fue el uso de la tinta invisible para escribir mensajes en cartas aparentemente normales.
En la actualidad las nuevas tecnologías, y principalmente el código binario que utilizan los sistemas digitales son muy susceptibles de ocultar información. Se pueden ocultar pequeños mensajes en el código de los píxeles de una imagen, modificando ligeramente el color, o en archivos de música e vídeo, introduciendo pequeñas modificaciones imperceptibles. Se rumorea que las redes terroristas están empleando estas técnicas para enviarse mensajes ocultos, planos, órdenes o misiones...
Algunas teorías apuntan al uso de foros, páginas de subastas, y otros sistemas abiertos al usuario para colgar archivos en la Red como el soporte de estas comunicaciones. Otras personas apuntan que son páginas pornográficas las que ocultan dichos mensajes. Lo cierto es que desde que el Gobierno de los EE.UU. cerró todas las páginas de Al-Neda (vinculadas con Al-Qaeda) los grupos terroristas han dispersado sus mensajes a través de la red. Otro de los posibles sistemas es utilizar páginas que no puedan ser rastreadas ni indexadas por los buscadores, por no estar enlazadas por ninguna otra web y ser necesaria la dirección completa para acceder a ellas.
Niels Provos, un estudiante graduado en Informática en la Universidad de Michigan, ha investigado más de dos millones de imágenes de distintos foros, páginas de subastas y páginas web, el resultado de su investigación ha sido nulo, con sus más de 60 equipos informáticos y distintos programas de software de detección investigando dichas imágenes el joven estudiante no ha obtenido ningún resultado positivo, ninguna de las imágenes analizadas contenía un mínimo mensaje secreto. Provos asegura que su investigación no demuestra la inexistencia de dichos elementos, aunque plantea ciertas dudas acerca de los rumores extendidos por la Red. |