Toda estación de radioaficionado dispone de un distintivo o indicativo de llamada con el que se identifica. Los prefijos de estos indicativos han sido atribuidos a nivel mundial por la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Los radioaficionados viven identificados con el indicativo de llamada de su estación propia. El rey Hussein de Jordania es un radioaficionado al que se le conoce sencillamente por JYI, lo mismo ocurre con el rey de España, Juan Carlos, EA0JC; con el ex presidente de la república de Italia, Francesco Cossiga, cuyo indicativo de llamada es I0FCG. Y al igual que coexisten reyes, políticos prominentes y artistas famosos en las filas de la radioafición, éstas se nutren en su mayoría de personas de todos los niveles sociales, de todas las edades.
Para la concesión de la autorización que permita emitir señales de radio es preciso cumplir ciertos requisitos establecidos por cada Administración en particular. La legislación internacional (Radio Regulations) establece que "Cada Administración deberá tomar las medidas pertinentes que juzgue necesarias para comprobar la preparación técnica y operativo de las personas que aspiren a operar los aparatos de una estación de radioaficionado".
Una afición, la que estamos tratando, que por culpa de Internet ha podido perder adeptos, sin embargo, aquellos que continúan paseando por las ondas, están impregnados de romanticismo e ilusión.
CÓDIGO DEL RADIOAFICIONADO
El Código del Radioaficionado original se debió a Paul M. Segal, W9EEA, quien lo escribió en 1928. La versión moderna aquí incluida se adoptó por la IARU, Región 2 (Las Américas) en la reunión de Orlando, Florida (USA), en septiembre de 1989.
El radioaficionado es:
CONSIDERADO... y nunca opera su estación de modo que pueda molestar a los demás.
LEAL... y siempre está dispuesto a ofrecer su lealtad, su ánimo y su ayuda a los colegas que lo necesiten, a los radioclubs locales y a la Asociación Nacional miembro de la Internacional Amateur Radio Union (IARU) que le representa ante su propia Administración y ante los organismos internacionales.
PROGRESISTA... procurando mantenerse al día de los avances tecnológicos con una estación moderna y eficiente que se esfuerza en manejar impecablemente.
AMIGO DE TODOS... y opera despacio y con paciencia cuando es necesario; aconseja y apoya al principiante y siempre presta su asistencia, cooperación y consideración a los intereses de los demás. Este es el estilo del verdadero radioaficionado.
DISCIPLINADO... la radio es su diversión favorita y jamás permite que le distraiga de sus deberes familiares, laborales, escolares o sociales.
PATRIÓTICO... su estación y sus conocimientos siempre están listos para servir a su patria y a la comunidad que le rodea. |